Te habrás dado cuenta de que la creatividad es un recurso altamente poderoso en tiempos de crisis. Es una herramienta para la supervivencia a todos los niveles, tanto para sobrevivir a un confinamiento prolongado con niñ@s como para tratar de mantener la actividad de una empresa cuando de repente las posibilidades de acción cambian y se limitan ostensiblemente. La creatividad no es una habilidad de segunda, no es algo que tienen l@s niñ@s pero que de mayor va quedando en desuso y se olvida, la creatividad es una herramienta a alimentar durante toda la vida porque puede ser una poderosa llave frente a la adversidad.
Me maravilla toda esa gente con inventiva y una asombrosa capacidad de adaptación que han logrado en tiempo record adaptar y reconvertir la actividad de su empresa, bien por ellas y por todo su talento, pero este post va para el resto, para los que nos está costando un poquito más. Este post es para todas aquellas personas que van a tener que encontrar maneras diferentes de desarrollar su trabajo ahora mismo o en el futuro, para las que van a tener que encontrar nuevas maneras de hacer las cosas y ahora mismo no saben cómo lo van a hacer. Quizás cuando termines de leer sientas que no responde a tus problemas, no tengo todas las respuestas a todas las preguntas, ojalá, hay empresas que no tienen opción de seguir con su actividad ahora mismo y todo lo que pueden hacer es esperar y en todo caso planificar estrategias para la vuelta. Lo único que pretende este post es darte herramientas para tratar de desbloquear tu mente y que puedas generar ideas que quizás, con suerte, puedas convertir en soluciones, para ahora o para más adelante, porque a veces la mejor solución en medio de una tormenta es dejar de remar y esperar que amaine la mar.
No quiero que te sientas mal porque no estás teniendo esas ideas ingeniosas que tienen otras personas, a veces no vemos porque nuestro cerebro nos impide ver y este bloqueo aumenta cuando el contexto es tan agobiante y estresante. Tu mente es como una habitación con ventanas, pero resulta que algunas de esas ventanas tienen persianas y si no sabes cómo funciona el mecanismo para subirlas solo verás lo que hay en el interior de la habitación. Cuando solo eres capaz de ver lo que hay en la habitación solo puedes funcionar con los recursos que tienes en ella y el resultado de las ideas que puedes tener utilizando solo esa información es pobre. Necesitas aprender a abrir las ventanas para poder ver más allá, para tener nuevas ideas, para generar nuevas propuestas que te ayuden a salir de la situación en la que estás. Hay muchos tipos de persianas en la cabeza, no te voy a hablar de todas porque el post sería eterno y quiero que te lo leas, pero te voy a hablar de una de esas persianas en concreto que puede ser un gran obstáculo cuando un@ está tratando de encontrar una manera diferente de hacer las cosas.
Voy a intentar ayudarte a abrir las ventanas para dejar que entre la luz y para ello es necesario que entiendas el significado de algo que se conoce como «fijación funcional». Se trata de un bloqueo mental que limita nuestra capacidad para emplear un objeto en un sentido distinto para el que fue creado. Te explico, los seres humanos estamos acostumbrados a utilizar los objetos con el fin para el que fueron diseñados, una vez que aprendemos como funciona algo o cuál es su uso convencional nos resulta muy difícil encontrar otra funcionalidad para ese objeto. Si aprendemos que un tenedor sirve para comer, lo utilizamos únicamente para eso y no nos planteamos otros usos. De lo que se trataría es de lograr abstraernos de la función conocida de un objeto para tratar de establecer otros posibles usos para el mismo cuando nos vemos en la necesidad de resolver un problema. Por ejemplo, un tenedor puede servir para peinarse como hizo Ariel en la película La Sirenita, para excavar un agujero, para rascarse, para desatornillar algo y seguro que para un montón de cosas más (Valderrama, 2013).
¿Y qué importa que use un tenedor solo para comer, te preguntarás? pues bien, esto de la fijación funcional no ocurre solo con los objetos, también es aplicable a la manera en como desarrollas tu trabajo, a las funciones que has aprendido a desempeñar o a como prestas un servicio en tu empresa, una vez que aprendes a desarrollar un trabajo y lo llevas haciendo durante un tiempo, esa forma de hacer las cosas se fija en tu cabeza y te cuesta muchísimo tratar de encontrar ideas para hacerlo de otra manera. La fijación funcional supone un obstáculo importante a los intentos de innovación y mejora y está suponiendo un bloqueo a tus esfuerzos actuales por tratar de hacer funcionar las cosas de otra manera.
¿Qué es lo que tienes que hacer para tratar de superar el bloqueo?, pues de lo que se trata es de lo que comúnmente se conoce como pensar fuera de la caja. En esta caja se encuentra todo lo que tú sabes sobre cómo has venido desarrollando tu trabajo hasta ahora, los servicios que prestas y la manera en la que los prestas. Para poder encontrar nuevas maneras de hacer las cosas tienes que aprender a pensar fuera de esa caja, pero de primeras no resulta tan sencillo, la caja es profunda, así que necesitas ayudarte de elementos que permitan a tu mente saltar fuera de la caja. La herramienta que te propongo es el planteamiento de supuestos que te permitan recrear distintos escenarios que tienen lugar fuera de la información que contiene la caja, de manera que tu mente pueda pensar en otro lugar, pueda generar nuevas conexiones mentales y por lo tanto producir nuevas ideas. Para ello tienes que permitirte hacer uso de tu imaginación y romper la barrera de lo que crees que puedes o no puedes hacer. En un primer momento se trata de tener muchas ideas no de juzgar si son posibles o no, porque las ideas llevan a más ideas y en alguna de esas muchas ideas que vas a tener puede encontrarse una buena solución a tus problemas.
Empezamos, así que coge papel y lápiz, no vale con solo pensarlo, escribir ayuda a atrapar las ideas y que no se escapen. Uno de los supuestos que puede ayudarte a tener nuevas ideas es plantearte que tienes un trabajo diferente al que en realidad tienes y que trates de generar soluciones para ese trabajo en concreto. Por ejemplo:
- ¿Qué podría hacer una librería en la situación actual de confinamiento y restricciones de la movilidad de la población que vivimos?
- ¿Qué podría hacer una floristería?
- ¿Qué podría hacer una pastelería?
- ¿Qué podría hacer un/a cociner@?
- ¿Qué podría hacer un/a actor/actriz?
Puedes plantearte cualquier trabajo o actividad que se te ocurra, cuantas más ideas mejor. También puedes plantear opciones a posteriori, las soluciones pueden estar orientadas para cuando el estado de alarma se levante:
- ¿Qué podría hacer un hotel para que los clientes vuelvan cuando ya se pueda hacer vida normal?
- ¿Qué podría hacer una empresa de senderismo?
- ¿Y un albergue, un hotel rural?
- ¿Qué podría hacer un restaurante para atraer clientes?
Seguro que se te están ocurriendo un montón de cosas precisamente porque no es tu trabajo, no se trata de tu «caja», así que tu mente obvia las limitaciones y se centra en las posibilidades. Seguramente encontrarás más soluciones para ayudar al librer@ que para ayudarte a ti, porque tu mente no está limitada en ningún sentido respecto a esto, básicamente porque no es a lo que tú te dedicas, así que tu mente no ve muros, obstáculos o persianas, simplemente se centra en generar posibilidades. Anota todas las ideas que se te ocurran aunque sean disparatadas, ¿hay alguna que puedas aplicar a tu trabajo o actividad?, ¿puedes modificarla o adaptarla a tu situación concreta?, ¿estas ideas te hacen pensar en otras posibilidades que podrías llevar a cabo en tu trabajo o negocio?. Estas técnicas sirven para generar ideas, ideas que te lleven a otras ideas y con suerte, alguna de ellas será la semilla de una opción viable para ti.
Otro tipo de cuestión que puede ayudarte a superar tus bloqueos es plantearte escenarios en los que superas ciertas limitaciones, estas no existen por lo tanto tu margen de acción se amplía. Tu mente se abre a nuevas ideas porque no está preocupándose por las cosas que no puedes hacer. Por ejemplo:
- Si tuviese todo el dinero necesario ¿qué haría?
- Si dispusiese de la tecnología necesaria ¿qué haría?
- Si consiguiese que la empresa «X» colaborase conmigo ¿qué haría?
- Si la persona «X» me ayudase ¿qué podría hacer?
- Si tuviese todo el tiempo del mundo ¿qué haría?
Plantearte este tipo de supuestos hace que dejes de tener puesto el foco en lo que no puedes hacer y que te centres en generar posibilidades aunque algunas sean poco probables. Como en el ejercicio anterior tu mente se abre al plano de las posibilidades y eso es lo que queremos ahora mismo. Las respuestas a estas preguntas son nuevas posibilidades de acción, algunas serán posibles ajustándolas a tu situación concreta y otras podrían ser la base de planes de acción a medio o largo plazo. Lo que consigues con estas preguntas es generar nuevas posibilidades. Das un salto por encima de aquellas limitaciones que crees tener y te concentras únicamente en generar posibilidades de acción, ya después juzgarás las ideas. Recuerda, permítete tener ideas locas e improbables, permítete soñar, ya en una segunda fase juzgarás y desecharás ideas pero en un primer momento de lo que se trata es de tener muchas ideas, las ideas llaman a las ideas te lo vuelvo a repetir, hay que estimularlas no matarlas sin dejarlas ser, porque alguna de ellas podría contener el germen de una gran solución.
Bueno hasta aquí el post de hoy, espero de verdad que los ejercicios te sirvan para poner algo de luz a la oscuridad y que si por suerte no te encuentras en la necesidad de intentar adaptar tu trabajo y buscar maneras diferentes de hacer las cosas, lo compartas por si a otra persona le puede ayudar. Gracias por leerme :)))))))))))))))))))))))))))))
Referencias bibliográficas:
Valderrama, B. (2013). Creatividad inteligente. Guía para convertir ideas en innovación. Madrid, España: PEARSON.