TENER UN PLAN ALIVIA LA ANSIEDAD

En la vida hay temporadas buenas y malas, para las buenas todo es luz y alegría, por lo que no creo que me pidas mucho consejo sobre ellas, pero para las malas muchas veces nos hace falta algo de ayuda. ¿Qué pasa cuando las cosas se tuercen de verdad? cuando lo que deseamos no llega aunque lo intentemos una y otra vez. Qué pasa cuando nuestra situación es difícil y las soluciones no llegan, cuando solo divisamos muros y no somos capaces de ver puertas o al menos un pequeño ventanillo por el que pueda entrar algo de aire y de luz. Cuando ocurre esto, hay que hacer un esfuerzo para tratar de mirar hacia donde se puede recobrar la tranquilidad.

De lo que te quiero hablar en este post es de cómo surfear el miedo y la ansiedad, algo que en realidad es una cuestión sencilla, porque tiene más que ver con dónde estás poniendo tu foco de atención, que con lo que está ocurriendo verdaderamente en tu vida. Una de las razones por las que aparece la ansiedad es porque estás centrando toda tu atención en el futuro, pero no en cualquier futuro, te estás imaginando un futuro catastrófico en el que todo va a salir mal, en el que no obtienes eso que tanto quieres y en el que no hay salida. Por eso te sientes tan mal, porque tu mente está segura de que no hay salida, de que no hay más posibilidades que todo lo malo que te estás imaginando. Quizás hayas roto con tu pareja y estás pensando  que no vas a conocer a nadie más y vas a quedarte sol@ el resto de tu vida, o quizás has perdido tu empleo y solo piensas en que no vas a encontrar otro trabajo y vas a perder todos tus ahorros. Tu mente se pone en modo pánico y no eres capaz de llevarla a otro lugar, no eres capaz de pensar que quizás eso no va a ocurrir y sobre todo de pensar en qué puedes hacer para que esas situaciones no tengan lugar.

Para calmarte tienes que trasladar tu foco de atención, tienes que dejar de sumergirte en la visión de realidades horribles, para tratar de llevarte a otro lugar. Lo que vas a hacer es salir del área «todo me va a salir mal», para entrar en el área de «qué soluciones hay», vas a empezar a preguntarte qué puedes hacer para cambiar la situación. Porque tener un plan te da poder, te hace sentir que puedes hacer algo frente a lo que pasa y te da algo todavía más importante, te da esperanza, esperanza de que las cosas pueden mejorar, de que las cosas esta vez pueden salir bien, sobre todo si realizas acciones que te saquen de donde estás para colocarte en otro lugar.

Lo primero que vas a hacer para entrar en el área de «las soluciones» es hacerte preguntas, porque las preguntas pueden llevar a tu mente hacia otro lugar. Quizás ahora mismo tu vida te parece una montaña imposible de escalar o un muro infranqueable, pero las preguntas te pueden ayudar a encontrar ventanas por las que entre luz o incluso puertas que te permitan atravesar esa muralla. Las preguntas tienen ese poder y yo tengo un montón de preguntas para ti.

Algunas de las preguntas que te puedes hacer para ayudarte a trasladar tu foco de atención a lugares en los que pueden haber soluciones y que pueden ayudarte a sentirte mejor, son las siguientes:

Tu mente está llena de imaginación pero la estás utilizando para crear un futuro lleno de cosas negativas. Te voy a decir algo, para ti supone la misma inversión de energía imaginar que todo va a ir mal, que imaginar que pueden ocurrirte cosas buenas. Sin embargo solo una de estas dos opciones te recarga de energía, te da esperanza y te motiva a la acción para tratar de lograr lo que quieres. La visión de un mal futuro te llena de ansiedad y te paraliza, mientras que hacerte preguntas e imaginarte en otra posición te ayuda a llevarte hacia la luz, a soltar el miedo y a dirigirte hacia lo que sí puedes hacer.

A veces, puedes alejarte de la ansiedad optando por una solución que te libera de ese peso y que consiste en rendirte ante eso que tanto quieres. A veces para liberarse de la ansiedad tienes que simplemente soltar. Quiero que te plantees que quizás lo que quieres no es para ti, que quizás eso que tanto deseas resulta que a la larga no sería bueno para ti, así que sería mejor simplemente dejar ir esa posibilidad. Para ayudarte a colocarte en esa situación te planteo otra serie de preguntas:

Haciéndote estas preguntas quizás te des cuenta de que ahora que no tienes pareja te puedes dedicar más tiempo a ti mism@, que te puedes apuntar a esas clases tan ilusionantes para ti que llevas tiempo queriendo hacer. Que ahora puedes hacer ciertas actividades que a esa persona no le gustaban o incluso explorar otras nuevas que quizás te llene mucho hacer. En el caso del empleo podrías hacer una lista de todas las cosas que puedes hacer para buscar trabajo o plantearte hacer un curso que te acerque un poquito más a tu puesto soñado. El sentir que estás haciendo cosas para tratar de cambiar la situación te empodera y te libera de ansiedad, porque estás poniendo tu foco y tu energía en las soluciones y no en crear mentalmente escenarios negativos. Y como todo es energía, cuando te diriges de manera constante y firme hacia las soluciones, algo se moverá y terminará por ocurrir algo a tu favor.

Así que tener un plan, poner tu energía en lo bueno que puede pasar o utilizar tu imaginación para imaginar escenarios futuros positivos, puede ayudarte a tranquilizarte y a recobrar tu tan ansiada tranquilidad.

Este tipo de cuestiones las trabajo en las sesiones individuales, a veces trabajamos solo esto y se libera la ansiedad, otras veces si profundizamos, vemos que ciertas cosas no se dan en nuestra vida de manera repetida porque existen ciertos bloqueos que nos impiden avanzar. Así que trabajamos en las sesiones buscando qué creencias limitantes te están bloqueando para poder cambiarlas y que así puedas avanzar. Como siempre, te invito a hacer algunas sesiones conmigo para ayudarte a deshacer nudos y hacer de tu vida una experiencia más ligera, más bonita y más feliz.

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